martes, 17 de julio de 2012

Menudo puente suspensivo

Ayer pasé por este puente, y hoy de nuevo. Es el Luiz I, en Oporto, Portugal. Es una de las pocas posibilidades, todas puentes, de cruzar el Duero, y ya puestos, por qué no hacerlo por todo lo alto, en el sentido literal de la palabra, aunque el puente, como es un lujazo, tiene dos plantas, una para coches, la de abajo, y otra para el metro, la de arriba. Por ambas pueden caminar los peatones, y en la de arriba, la altura es de vértigo: más de 40 metros. Lo construyó un discípulo de Gustave Eiffel, y a mí me recordó de inmediato a la Torre Eiffel, como si la hubiesen tumbado. Aquí va un puente suspensivo donde los haya.
[A lo mejor un día se dirá que yo acuñé el término que me inventé, usando un juego de palabras, o si no al tiempo.]


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