domingo, 6 de marzo de 2011

Las maletas

Podría decirse que la vida es una maleta. Ves en qué punto de tu vida te encuentras al hacerlas: cómo lo que metes hoy no era importante hace tiempo, y cómo cosas de antaño no son equipaje hoy día. Mis maletas están listas, una vez más, y si bien cada vez las realizo con mayor soltura en cuanto a saber lo que necesito y lo que no, sí que he visto evolucionar el contenido con el paso del tiempo. Mis primeros viajes de emigrante me hacían llevar cosas típicas de aquí: salchichas, cervezas, chocolates, para volver con viandas de las que añora el emigrante. Con la globalización se encuentra de todo por todas partes, y este tipo de mercancía ha desaparecido de la maleta. Ya no viajo con comida, salvo a la vuelta alguna cosilla. En mi época de estudiante, viajaba con libros, muchos libros, y compraba diccionarios para traer. Y al nacer mis hijas, el equipaje cambió, aparte de que pasé a hacer maletas para tres, por lo que el trabajo se triplica. Empecé a viajar con juguetes, y cosas para entretenerlas, bolsa de pañales, toallitas, medicamentos para ellas, y a reducir mi espacio. Ahora los juguetes son menos y viajamos con Nintendo, juegos para la misma, mp3, libros para leer, algo para pintar, y ya está. Pero tanto aparato electrónico, junto con mi ordenador portátil y teléfono, cámara, y las cámaras de mis hijas, implica que viajemos con montones de cables para cargar la batería de todos los aparatos. Hoy pensé que tanto cable es demasiado, pero será como cuando viajábamos con 8 peluches, todos muy importantes. No sé si mi hija mayor se llevará a su Mickey, pues creo que esta vez no lo ha preparado. Si no se lo lleva será la prueba de que se hace mayor. La otra ya ha preparado a su Jaimito, un ratoncillo de peluche que es su favorito y por eso está destrozado, y que yo bauticé así, sin saber que a mi hija le encanta contar chistes; debería aprenderse unos cuantos de Jaimito en España. Va madurando y viaja solo con el imprescindible; el resto no viaja. Pero en su defecto llevamos ahora cables. Y como siempre unas ganas locas de llegar. Hace ya siete meses desde la última vez...

No hay comentarios:

Publicar un comentario