viernes, 25 de marzo de 2011

Kinoabend

Esta palabra es un término institucionalizado entre mis hijas y yo: la tarde de cine que nos organizamos todos los viernes por la tarde. La programación infantil alemana ofrece al menos dos posibilidades la tarde de los viernes alrededor de las ocho, y, terminada la semana, es el momento de sentarnos juntas a ver algo. De esta manera vamos viendo alguna película mejor que otra, y en ocasiones son tan poco atrayentes, que acabamos por poner un DVD nuestro, a falta de algo nuevo mejor.

La de hoy no cumple las expectativas de nadie... una de la Barbie en la versión más digitalizada posible, cursi y estereotipada a más no poder. Pero viendo a mis hijas tronchándose de risa mientras la ven, y haciendo comentarios mordaces, me devuelve la creencia de que de todo se aprende. Comentarios que he oído a lo largo de la película: "¿Por qué Barbie es rubia con ojos azules, y todas las malas morenas?, es ridículo". "Oh, qué tonto es Ken; ¿cómo se puede enamorar Barbie de él?". "Pero qué alas más horteras llevan". "¿Será tonta?, que esté enamorada de Ken [la mala] no ha de ser motivo para querer casarse con él". "Vaya pisito que tiene la Barbie... jolines".

Lo bueno de ver cine malo es que aprecias el bueno en seguida. En Alemania se producen películas infantiles de una calidad impecable, y aptas para todos los públicos, grandes y pequeños. Para días de mal cine en la tele, siempre nos queda "Hände weg von Mississippi", una película maravillosa de la que no hay traducción al castellano, algo lamentable. Basada en una novela de Cornelia Funke, es la historia de una niña que protege a un caballo llamado Mississippi, y por eso el título de "No toquéis a Mississippi" de un "caza herencias", que está tan solo interesado en el caballo porque su cuidado es la condición para quedarse con la herencia de su tío recientemente fallecido. Él quiere derribar la casa para que en el terreno edifiquen un supermercado descuento, de los que tanto existen en Alemania y por influencia alemana, en toda Europa. Mi frase favorita de la película es "Die Globalisierung, sie ist da!!", 'la globalización, ... ya ha llegado", dicha por una señora del pueblo, con gafas de culo de botella y aspecto muy divertido. Es una película que puedes ver diez veces, y siempre te enganchará, además de contar con una canción de Wir sind Helden, banda berlinesa muy popular, cuya canción "Bitte nur ein Wort" pone el colofón final a una película digna de 20 viernes de cine casero, para el que nos hacemos nuestras propias palomitas.

La de la Barbie de hoy no pasará a los anales en esta casa, y menos cuando ahora resulta que Barbie se lo ha soñado todo, y mis hijas se van riendo a la cama, por lo "tonta" que ha sido la película. Todavía quedan muchas tardes de viernes para seguir viendo películas, placer al que no renuncio con ellas, y si no siempre nos queda la de Mississippi.

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