viernes, 4 de marzo de 2011

Disfrazados de ...

No sé dónde reside la clave entre un buen y un mal disfraz, o mejor dicho entre impresionar con él o no. Desde luego que estos días del recién empezado carnaval dan para millones de ideas en todo el mundo. En Hamburgo, donde por ser zona protestante solo se celebra en los colegios, ya lo hemos concluido, pues los críos, además de haberse disfrazado, han salido hoy del cole con dos semanas de vacaciones, y los verdaderos "carnavales" empezarán en casa con el tostón que supone tener a los niños en casa dos semanas en pleno curso y aquí generalmente con mal tiempo, si no tienes la suerte de poder viajar.

Originales no son desde luego los disfraces si tienes cinco Darth Vaders en tu clase, por muy guays que se sientan los niños que vayan así. Yo ayer a las doce del mediodía, ya que por el carnaval terminaron el colegio a esa hora (en Alemania no se les puede estresar a los niños demasiado: si se celebra el carnaval, a las 12 para casa, porque salir a la una ese día es un trauma insuperable para el crío, por no hablar de la jeta que tienen los profesores aprovechándose de cualquier cosa para reducir horas lectivas), me traje a casa a una rockera con guitarra de rock de juguete incluida (mi hija) y a una pirata amiga de mi hija (en alemán se dice "novia pirata", Piratenbraut..., hasta para ser pirata necesita una en este país la dependencia de un hombre). Ambas, la rockera y la pirata hablaban durante la comida de los disfraces de la clase: "Cinco tipos iban de Darth Vader, que poco originales", comentaban con sus 7 y 8 años, y presten atención a la palabra "tipos". La mejor disfrazada de la clase, según ellas, era la que iba de "estrella", no de rock ni de nada, como es posible hoy día, ser estrella de nada, tipo Belén Esteban u otros.

Y mi hija mayor ha ido y vuelto al instituto hoy vestida de bávara, que hay que amortizar mi dirndl, el vestido típico bávaro que no se necesita jamás en Hamburgo. Ella daba el pego con sus trenzas rubias, no como yo. Pero ayer me reí a carcajadas cuando ella, con otra niña en el coche, comentaba que una de la clase, que se cayó el otro día y tiene un ojo moradísimo, que lo tiene facilísimo por poder ir de zombi: "Con que se ponga cualquier cosa, con la pinta que tiene con el ojo morado le da para zombi o para muerto".

Mientras que en las zonas de carnaval alemanas, Colonia, Düsseldorf o Mainz, acaban de comenzar lo que llaman la "quinta estación" de lo mucho que se celebra y se paraliza todo, aquí nos disponemos a hacer maletas, para salir quizá a ver el entierro de la sardina, o ver los carnavales de las Canarias por televisión, pero no a disfrazarnos de esquiadores, como hace la gran mayoría que viaja ahora. Es el momento de coger los esquís, y atravesar Alemania entera hasta el Tirol o Austria. Pero ni loca pago yo dinero para pasar frío y ver nieve; antes me disfrazaría de reina del carnaval canario.

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