domingo, 19 de enero de 2014

La plaza del pueblo

En una semana he ido dos veces a pasear por el Alster, a pesar del frío o precisamente por el "buen tiempo" que lo acompañaba, que aquí significa un día claro tras cinco en los que parecía que ni siquiera era de día y se podía rodar una peli de terror. Pero en cuanto hace un día claro y es fin de semana, el Alster, que es ese lujo de centro que tiene Hamburgo en forma de lago, se llena en todo su perímetro de 7,5 km es como la plaza del pueblo, pero con agua dentro y la gente lo bordea o en sentido de las agujas de un reloj, o en el contario. Familias, parejas, grupos de amigos, gente paseando sus perros, ciclistas y montones de corredores, todos en ambos sentidos. 

Hamburgo tiene tres tipos de paseadores: los del Alster, que van en círculo, los del Elba, que van paralelos a su orilla y los que van al bosque, que los hay a montones en territorio urbano. Son los tres tipos principales, aunque hay otros más, los que van a las zonas verdes cercanas a sus casas. Jamás he oído a nadie decir aquí que se va a ver escaparates como hacíamos nosotros en España cuando éramos pequeños y salíamos a dar una vuelta. Eso no es pasear. Hasta eso lo hacen en seriamente aquí. Se enfunda uno en un gorro y lo que haga falta, y a respirar aire fresco, que de eso tenemos un montón en Hamburgo, y aquí no se queda nadie sin salir cuando hace "bueno". lo curioso es que la gente además en días así te dice que hace buenísimo. 

Pero mientras paseamos helados de frío con ese sol del mes de enero que parece una luz muy floja y diáfana en el horizonte, estoy segura de que muchos de los que pasean por la "plaza del pueblo" tienen las vacaciones de verano organizadas, como he hecho yo en las últimas semanas, pues estas cosas se planean con tiempo en Alemania. Yo me voy imaginando en la playa y en ropa de verano, mientras no me sobra nada de lo que llevo puesto. Y paseo. Así cualquiera. 


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