lunes, 20 de enero de 2014

Estúpidas no somos

La semana pasada leí en la prensa sobre un informe cuyo resultado dice claramente que la culpa de nuestra (precaria) situación laboral en Alemania la tenemos las propias mujeres por cogernos esas excedencias tan largas. Menciono como anécdota que el estudio que ha llegado a tal conclusión ha sido realizado por una mujer y a mí me cabreó leerlo, no por ese hecho, sino porque lo suelen hacer estas noticias. Esta vez, sin embargo, me dio sobre todo rabia que nos digan tan abiertamente que somos gilipollas, aunque yo misma lo piense, pero si nos lo llaman me escuece. Efectivamente lo somos, a mí no me cabe duda, pero este país se las ha apañado con su deficiente infraestructura para "obligarnos" a que nuestras propias carreras nos parezcan menos importantes, y sin que lo sean, ojo, que el hecho de que nuestros hijos estén o solos o demasiadas horas con la canguro, pues del colegio los sueltan demasiado pronto. 

Tan solo menciono los siguientes datos actuales: la semana pasada mis dos hijas, de 13 y 10 años (aporto el dato porque considero que todaviía no tienen edad de estar solas gran parte del día) salieron todos los días a las 12 del mediodía del cole, y algunos días sin previo aviso qqqo tan solo el día anterior. Aquí cuando los profesores realizan las evaluaciones, cancelan las clases. Esta semana el miércoles no tienen clase tampoco, debido a las tutorías, No es que no trabajen los profesores ese día, puesto que van a estar toda la mañana recibiendo a los padres junto con el crío, pues hoy día las tutorías, en el mundo tan de buen rollito que queremos crear entre padres, hijos y profesores, estos encuentros entre padres y profesores se realizan en presencia del niño. La semana que viene tampoco tendrán clase el viernes, por el cambio de semestre y por las notas dadas, que a todo esto antes al menos, como mero respeto a ese día libre, las daban el día de antes, para que el día de asueto tuviese su razón de ser. Pero es que este año ya vinieron con las notas la semana pasada, así que no entiendo nada.

Y hoy he leido en la hojita en la que el director del instituto nos anuncia cambios en el profesorado y ajustes en los horarios para el segundo semestre, que no habrá clase tal y tal día, tres en concreto, entre jornadas pedagógicas y los exámenes orales de los que terminan el bachillerato. 

Entonces, al oír hoy en la radio una noticia de nada, una de esas sobre las que la mayoría como mucho pronunciará un "ah", por no decir que la ignorarán, me he acordado del informe de la semana pasada. Hoy han dicho que están subiendo las cifras de personas que trabajan en minijobs o en todo tipo de trabajos a tiempo parcial. Hemos pasado de un tercio a una cuarta parte de trabajadores con jornadas reducidas en Alemania. Esto parece estupendo a primera vista, pero pongo mi mano en el fuego a que la mayoría de ese cuarto son mujeres, y eso significa precariedad para nosotras de cara a la jubilación y muchos derechos que nunca tendremos por quedarnos atrás y perder oportunidades. Tan solo conozco a una mujer que teniendo hijos trabaja a jornada completa y que ha llegado muy alto, pero con mucho cargo de conciencia, aunque yo la admiro por haberlo conseguido pese a las críticas que otras propias mujeres hacen de ella. Así que efectivamente sí, el resto, el 99% somos estúpidas y nos "adaptamos" y trabajamos en lo que podemos y cuando podemos, sea a horarios que no nos gustan, pero que al menos nos permiten hacer algo y no renunciar del todo a lo que nunca hemos querido renunciar. Eso que les quede claro a los que realizan tales estadísticas y recuentos. Estamos todas en ellos, cierto, pero también estamos al cuidado de nuestros hijos sin tener ningún apoyo de nadie, ni de nuestras parejas en muchos casos, ni de la familia, pues aquí no es normal dejar al niño malo con las abuelas, o porque viven lejos o porque pasan olímpicamente, pero ni mucho menos nos apoya la propia sociedad que nos exige plena presencia educadora durante muchos años para luego criticarnos por ingenuas y estúpidas. Muchas hacemos más de lo que podemos en un país de ciegos. Seguiremos engordando las estadísticas de trabajadoras parciales mientras los colegios y el resto de apoyos sigan siendo parciales o nulos. 

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