sábado, 23 de noviembre de 2013

Los puentes que nunca vimos

Qué lujo haber vuelto hoy, tras 9 años,
a Gante, ciudad belga de la región flamenca llena de historia por todos sus rincones. En 9 años han pasado muchas cosas, y la última vez que estuve fue durante las fiestas de julio de la ciudad, que la convierten en un escenario de música durante una semana, o mejor dicho, montones de escenarios con música de todos los estilos y con un ambientazo impresionante. 

Hoy no hacía ni el calor de ese día ni se oía música por todas partes, ni había las multitudes de ese día. Pero la ciudad lucía maravillosa a pesar del cielo gris y el frío. 
Las ciudades bonitas ganan en belleza cuantas más veces vas. Ha sido mi tercera vez en Gante, y hasta hoy, y por motivos obvios, no me había fijado en este puente. Lo que comenzó como un juego de palabras en un momento que prefiero no describir, se ha convertido en algo que me acompaña en cada visita de  cada lugar, y ahora, por los casi 3 años de puentes, puedo decir que siguen siendo las construcciones más inteligentes que existen, por ser las que nos conducen al otro lado.



1 comentario:

  1. Hola de nuevo:

    Una ciudad preciosa, la ciudad en la que nació Carlos I de España, que vino a Castilla sin saber ni una sola palabra de español para años más tarde dirigirse al Papa en la lengua del imperio, no en latín.
    La foto del puente me hace recordar el momento en que pasamos por él cuando nos dirigíamos Yolanda y yo hacia el centro histórico, no sé si me equivoco. Tengo que decir que lo recuerdo especialmente porque buscábamos un baño desesperadamente, siento añadir este apunte, pero era así.
    Corría el verano de 2000 y hacía mejor tiempo, desde luego.
    Un beso.

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