lunes, 26 de agosto de 2013

Ante todo los puentes

Ayer inauguraron un puente muy moderno en la ciudad de Dresden. Esta ciudad está en el este de Alemania, a orillas también del río Elba, como Hamburgo. La ciudad de Dresden es muy monumental, la Florencia del norte, la llamaban hace siglos, y hasta 2009 fue Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. Digo "fue" porque esta organización le retiró el título a la ciudad en 2009, tras no haber dado sus gobernantes marcha atrás en la construcción del puente. Les advirtieron de que éste, moderno, destruía la imagen barroca de la ciudad y todo el conjunto histórico-artístico. Pues bien, la ciudad siguió adelante con los planes y ganó el pragmatismo de descongestionar el tráfico de la ciudad.

Tras la pérdida del título hubo opiniones para todo, críticas por dejarse ir un título así y aplausos por no haberse dejado chantajear. La ciudad ha estado desde entonces dividida en dos frentes. Ayer celebraron todos la inauguración y hoy han circulado los primeros coches. 

Y hoy, mientras leía la noticia, estaba liada la obra del siglo delante de mi casa. Durante 9 semanas van a arreglar un cruce por el que a diario pasan 59.000 vehículos, nada menos. Si tuviésemos título de la Unesco, lo perderíamos también. Los atascos en todas las calles de alrededor, ya el primer día,  han sido como para construir veinte puentes sobre el río Alster, que pasa por aquí, y nos tendremos que aguantar. 

En octubre iré a Dresden y veré el puente famoso en persona. Y a la vez me van a arreglar el puente a la puerta de casa. Los puentes siguen siendo noticia, en casa y fuera.

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