lunes, 5 de agosto de 2013

La lista (y yo la tonta)

Qué triste. Esta tarde iba en coche cuando de repente, como hago a menudo, me escribí una entrada para este blog en mente, y estaba segura de teclearla luego por la noche. Pues ahoraresulta que no consigo acordarme de lo que iba a escribir. Nada. Se evaporó el post sin haberlo escrito. 

Y es que ha empezado el curso, y hoy hemos acudido a la bienvenida de los nuevos alumnos de quinto en el instituto, entre los que se encuentra mi hija pequeña. A la emoción de un día así se le suma la organización de lo de antes, durante y después, todo más complicado aún si eres una familia desestructurada, o mejor llamémosla "moderna". Una vez superado el día, que no es poco, hemos repasado esta noche juntas la lista del material que necesita para el curso. Es todo un ejercicio mental comprender qué cuardernos necesita, que si con líneas, cuadriculados, con y sin margen, o margen en blanco aunque sea con líneas el cuaderno, y luego aquí los cuadernos se forran para que los profesores tengan los montoncitos colocados según colores. Y cada asignatura es de un color. Ciencias naturales es verde, como no podía ser de otra manera, pero lengua azul, matemáticas naranja, inglés es rojo... 

Pero lo mejor es lo de los lapiceros. Le piden tres durezas de mina diferentes: que si HB, 2B y qué sé yo; bueno, éste último es 4b, acabo de mirar. Hasta los "qué sé yo" tienen nombre. Sé que existen estas diferencias de minas de lápiz, pero hasta ahora no ha sido trascendental en mi vida entender las diferencias. Por eso, ante la mirada de incomprensión de mi hija mayor por no entender de lápices, le he dicho que cuando yo iba al cole, llevábamos un lápiz, un boli, uno rojo también (ahora recuerdo el "cuatrocolores", todo un lujo), un cuaderno y ya. 

Y leyendo la lista y marcando lo que tenemos que comprar y lo que no, se me han ido las ideas. No consigo recordar qué post iba a escribir, pero aseguro que la idea me parecía muy interesante. Eso ahora es fácil decirlo, lo sé, pero es que lo tenía escrito en mente y lo he visto tan claro que no pensé que se me fuera a escapar sin haberlo escrito. Y ahora, como no publique esto, el sueño me va a quitar lo que me queda de este post. Bienaventurados los que están en la playa o en su pueblo en agosto, y no en un país que parece surrealista por mandar a los niños el 1 de agosto al cole. Esos no van a soñar con una maraña de cuadernos lineados o cuadriculados, con o sin margen, forrados de tal color, o lapiceros HB, 2B, etc. Buenas noches. 

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