No quiero que termine septiembre sin hablar de un tema importante por estos lares. En el norte de Alemania no hay vendimias, salvo por algún capricho de algunos que plantan unas cuantas vides, como comenté una vez aquí. Pero aquí se cosechan manzanas en toneladas. Y este año además por fin están contentos los productores y además lo dicen. Este año la cosecha de manzanas en el norte de Alemania va a ser espectacular. No es que otros años sean pocas las que se producenm pero este año, dicen, ha salido todo de maravilla: los árboles florecieron a la perfección y un verano muy soleado ha hecho el resto. Saldrán unas 334.000 toneladas de manzanas al sur del Elba, la segunda mejor cosecha en 10 años. El total de Alemania será de más de un millón de toneladas de manzanas, una producción espectacular también, leo en el periódico. Normalmente el sur de Hamburgo exporta unas 10.000 toneladas a Rusia, pero este año con el embargo las tendrán que colocar en alguna otra parte.
Aseguro que todas y cada una de ellas se comen, y en algún lado las colocarán. Ni se imaginan la de variedades que hay en el mercado. Aquí no puedes pedir un kilo de manzanas, sino que dices "un kilo de Holsteiener Cox, Elstar, Pink Lady, Red Prince...", e infinidad de clases más, además de las más conocidas como Gala o Braeburn. En los mercados te ponen carteles con los nombres y precios y si son dulces o más agrias, y si preguntas te explican cuáles son mejores para tartas, otro de los lugares en los que se colocan unas cuantas toneladas de manzanas en este país. Si se consumen toneladas de esta fruta, se consumen otras más de tarta de manzana, en infinidad de posibildades, pues cada uno la hará diferente. La manzana está muy presente en nuestras vidas, pues además otra de las bebidas estrella es el zumo de manzana y en su versión "reducida", lo que se llama Apfelschorle, que resulta de la mezcla de zumo de manzana con agua mineral con gas, algo que bebe aquí mucho los niños.
No suelo ir a menudo a la zona de árboles frutales a orillas del río Elba, llena de campos llenos de manzanos, cerezos, arquitectura tradicional, y muchos pueblecitos muy bonitos y con preciosas vistas al Elba. Pero al oír hablar de la cosecha pienso en ella. Siempre es agradable visitar esa zona tan traquila y pintoresca y ver que lo bueno a veces se tiene a las puertas de casa. Lo malo es que aquí, si no fuera por las bondades de la importación, solo comeríamos manzanas y peras todo el invierno, eso también hay que decirlo, pero de manzanas nos podemos dar un atracón.
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