viernes, 3 de octubre de 2014

A ver, a ver ...

Acabo de leer un artículo que me ha dejado estupefacta. En Baviera existe obligación de uso de preservativos para las prostitutas y sus clientes. Es algo difícil de controlar, pensarán. Pues se equivocan: ¡con Baviera hemos topado! No subestimen a los bávaros: tienen un grupo policial dedicado a comprobar in situ si se utilizan o no. Entran en pleno acto y comprueban. De no estar siendo utilizados, multan a ambos.

La obligatoriedad del condon existe desde 2001 en Baviera, y ahora el ministerio de la Mujer pretende ampliar esta ley a toda Alemania. Pero esto se muestra difícil de aplicar al ver cómo es la práctica en los dos Estados Federales donde los preservativos son obligatorios: mientras que en Baviera los policías, vestidos de paisano, eso sí, no se cortan y entran, en el Sarre no hay controles; simplemente ponen carteles anunciando la obligatoriedad y punto. 

Por supuesto que es loable que quieran proteger a las prostitutas, pero esto hace que por el sexo sin preservativo se pague más y que las mujeres estén dispuestas a correr riesgos, sobre todo las prostitutas que vienen del extranjero y que en sus países cobran menos por lo mismo y que necesitan mandar dinero a casa. Otro problema, además, es que son las mujeres las que pagan más si son pilladas pues, aunque les ponen multas a ambos, son ellas las que, de ser pilladas más veces, tienen que pagar el doble de la multa anterior: 300, 600, 1200... y ellos no. Y en internet hay foros donde los hombres se aconsejan sobre dónde pueden acceder a sexo sin preservativo y cómo eludir los problemas con la justicia. 

La pregunta es, si la ley se amplia a todo el país, cómo van a controlar el uso o no de condones. Aquí en Hamburgo es muy difícil pon la cantidad de prostitución que hay. El comando de control tendría que contar con numerosos agentes. Y de qué sirve todo esto, me pregunto, si al final las que pagan el doble, y no sólo dinero, son las prostitutas, poniendo en riesgo su salud. Prohibiciones de esta índole no van a cambiar nada. Más bien tendrían que sacar a muchas de la marginalidad con la que trabajan al verse obligadas a aceptar todo con tal de poder trabajar y dotarles de una mayor visibilidad y seguridad para que puedan ser firmes en su negativa y no acceder a trabajar poniendo en peligro sus vidas.

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