domingo, 6 de julio de 2014

Los redentores

Este fin de semana he visto la película "Amador", que trata sobre el dilema moral muy grande de una inmigrante latina al cuidado de un hombre mayor del que no se ocupa su familia personalmente. La hija le paga para que vaya cada día a estar con él y cuidarlo. La hija está construyendo una casa con su familia y anda tan liada que no puede ir a verlo siquiera, y el hombre está solo. La cuidadora le coge cariño al hombre y ella emoieza a formar parte de la vida de este, al igual que otras rutinas, como las visitas de los jueves de una prostituta, que viene para "alegrarle" algo el cuerpo. Al hombre le gusta mucho hacer puzles, sobre los que reflexiona y establece paralelos con la vida. Un día, se muere de repente con una pieza en la mano.

La inmigrante no sabe qué hacer, pero ante la inminente pérdida de su trabajo, que necesita para vivir, por tener además una relación con un hombre con el que no ve futuro y del que está embarazada, tapa el cadáver y continúa viniendo día a día a "trabajar". Al final todo sale y resulta que la hija, en vez de enfadarse, dice que siga haciendo lo mismo un mes más, porque ella necesita el dinero que le daba su padre d e su pensión para hacer la casa. El remordimiento de la cuidadora se disipa al ver que su moral no es diferente que la de la propia hija. Al final el muerto no le importa a nadie, sino que se trata de los beneficios económicos que aportaba y que como muerto no declarado sigue haciendo lo mismo. 

Cuántas veces los conflictos morales se acaban al pensar en el dinero y qué poco importan las personas en ese momento o los sentimientos. Ni siquiera se trata de dinero a veces, sino de posición social, relaciones con otros, amistades. Da igual quién se queda en el camino si yo no pierdo nada. La película es un guiño a los que en su desesperación actúan en contra de la norma, porque muchas veces otros los redimirán.



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