lunes, 24 de febrero de 2014

Nos van a ahogar

Hoy, como a millones de españoles, se me ha atragantado el desayuno al leer sobre el fraude de 15 millones en cursos de formación en la patronal madrileña para alumnos y cursos inexistentes, una figura que se ha embolsaldo esa cuantía y muchos que han callado mucho tiempo. Siempre que sale algo así pienso en el montón de casos de corrupción que desconocemos, y que hay seguro, y pienso en esos 15 millones de dinero público que se han volatilizado como otros millones en otros casos de corrupción. ¿No serán todos esos los que faltan en otros servicios sociales y no de los bolsillos de tanto ladrón y embustero?

Me produce de nuevo rabia y tristeza que en España sea tan fácil robar y que parezca parte de la "dinámica" laboral de muchos pensar que yo no trabajo sino que me enriquezco robando porque yo lo valgo y los demás son unos pazguatos por trabajar honradamente y pagar sus impuestos debidamente.

Por cosas así no quedaría nadie en el gobierno en Alemania. Aquí a veces no pagan solo los culpables sino los de alrededor. En enero hubo un escándalo sonado que todavía trae cola con el ADAC, que es como el RACE en España pero con mucha más hegemonía. Digamos que prácticamente todo el que tiene un vehículo en Alemania es miembro de este club del automóvil cuya red de "ángeles amarillos", como se les llama a los que vienen a ayudarte si te quedas tirado con el coche, es enorme. Publican una revista mensual que es la publicación de mayor tirada en Alemania. Eso ya dice bastante. Pues bien, durante años han sacado estudios sobre el coche favorito de los alemanes, que en muchas ocasiones resultó ser el Golf. Pues también ha resultado ahora que en muchas ocasiones ese resultado fue una manipulación. Eso ha causado tal conmoción que miles de socios se han borrado del ADAC, que ha recibido miles de llamadas de protesta. Y el jefe tuvo que dimitir. Parecerá poca cosa este engaño, pero en Alemania no lo es, y han perdido toda su credibilidad.

Ahora tenemos otro caso más delicado desde hace dos semanas. Un político del SPD, los socialdemócratas, estaba ya en octubre bajo sospecha de tener material de pornografía infantil, y esto durante las negociaciones para formar el gobierno actual. Un político de la CDU, que luego se convirtió en ministro de Agricultura y Alimentación avisó al sospechoso y a su partido, por lo que "desaparecieron" pruebas. Pero al saberse esto hace dos semanas, el que dio el aviso, ya ministro, ha tenido que dimitir. Por la mañana dijo que no había hecho nada malo, y tras hablar con Merkel, por la tarde dimitió. Merkel hizo lo que hace en estos casos: decir que como era un político responsable actuaría en consecuencia.... Es decir que le dejó en evidencia y le obligó a dimitir. Pero el caso no va a quedar ahí. Siguen las investigaciones y van a rodar más cabezas, estoy segura. 

¿Cuántas más cosas deben pasar para que en España cambien las estructuras de robo institucionalizado? Estoy convencida de que por noticias como las que les amargan el día a los españoles, en Alemania habría dimisiones o "limpieza" de altos cargos en masa. Y lo malo es que en España se sabe que nos seguiremos levantando con más casos así. La pregunta es hasta cuándo.

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