martes, 20 de mayo de 2014

Mis ocho ruedas

En Alemania los coches tienen 8 ruedas, y eso todos, toditos. no se escapa ninguno. Si pusiésemos las que están siempre quitadas de cada coche, encima unas de de las otras verticalmente, llegaríamos seguro que a la luna y vuelta, pues algunas personas tienen incluso dos vehículos y más. 

En Alemania existe la obligación de poner ruedas de invierno a los coches. Vamos a ver, es una de esas obligaciones a la alemana. No es que te vengan a controlar a casa pero el miedo a que te pillen sin ellas o a tener un accidente es tremendo, pues si ocurre, aunque no tengas la culpa, al no llevar  las ruedas correspondientes, te caerá a ti la culpa de todas formas, por lo que no nos arriesgamos.

Mi coche lleva las ruedas de verano desde el sábado. Debo haber sido de las últimas que las cambia, pues ya me habían avisado del taller de ruedas diciendo que las de verano estaban esperando ansiosas. A muchos les entran las prisas y a mediados de marzo empiezan a cambiarlas pero yo no me fío. El año pasado en abril todavía teníamos heladas y patinaje artístico en las calles. Este año no ha sido así pero ha hecho frío hasta la semana pasada.

Así que hoy, que ha sido el primer día de verano absoluto y total, mi coche va vestido adecuadamente. Y las de invierno están almacenadas hasta octubre o noviembre para cuando llegue el frío otra vez. Los talleres de almacenamiento de ruedas deben parecer quesos suizos de agujeros. Y el negocio que es esto de que los coches calcen el doble.

Ahora deseo que nos sude mucho el calzado de verano, que falta nos hace, que las de invierno llevan mucho más machaque, porque el verano es breve y efímero, como nuestra sensación de él.

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