jueves, 13 de marzo de 2014

Unos anuncios cualquiera...

Considero muy importante hablar con los hijos desde que se les despierta la curiosidad sobre temas de sexo. Jamás he ignorado preguntas de mis hijas que me sacasen los colores y he contestado a todas. Mi lema es contestar lo que me preguntan, ni más ni menos, pues sus cuestiones van siempre de acuerdo con su edad e ir aclarando poco a poco todo.

Sin embargo miro anonadada estos días en España los anuncios que echan por televisión a la hora de comer, todo alrededor del sexo: que si algo para la disfunción eréctil, pomadas vaginales, algún "aditivo", y algunos de ellos con imágenes muy cargaditas. 

Mis hijas me miran y sonríen pero yo pienso en que esos anuncios los ven niños más pequeños aún. Los primeros días disculpé todo pensando que los niños españoles están a esa hora en el colegio pero el domingo los pusieron igualmente, a horas en las que millones de familias españolad están comiendo con la tele puesta, costumbre muy española. 

No me parece apropiada la franja de horario para esos anuncios, y me sorprende en España los contrastes que hay entre tanto renacer de la peor cara del catolicismo ultra y luego la poca importancia que se le da a asuntos más banales pero que también la tienen. En Alemania, país en el que la religión no tiene para nada la fuerza de aquí, jamás se verían esos anuncios a la mitad del día.

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