viernes, 8 de mayo de 2015

La mala suerte

El martes tuvimos un tornado devastador en Hamburgo. A mí me pilló en uno de estos momentos tontos de idas y venidas y solucionar cosas entremedias, y en los tres segundos que corrí en la calle a resguardarme me empapé. Pero luego oí una noticia muy trágica. A una pareja le cayó una cornisa encima. Él murió de inmediato, y ella quedó gravemente herida. Lo horrible del caso es que ella estaba embarazada y le tuvieron que sacar el bebé por cesárea después, y perdió a su novio y padre de su hijo y el niño se quedó huérfano antes de nacer, por un tornado que se nos presentó prácticamente de improvisto, y eso que decían que se aproximaba una buena.

A mí me dan mucho miedo estos golpes del destino que nadie puede prever, y arrancan a la gente de sus vidas y de las de los demás. Recientísima está también la tragedia de Nepal, con varios miles de víctimas, también por estar justo ahí en ese instante. Yo en todos esos momentos me doy cuenta de que la función llamada vida podría acabarse de sopetón, y que todo lo que me preocupa son chorradas en comparación. Pero ya saben aquello de la teoría y la práctica.

También hoy he leído lo que ayer escuché en la radio: el copiloto que estrelló el avión de Germanwings, ensayó el descenso brusco en el vuelo de ida a Barcelona ese mismo día. Cabe preguntarse por qué esperó a la vuelta para hacerlo, si era porque necesitaba "practicar" o porque en el último momento no fue capaz. Antes he leído, que comió poco antes de estrellar el avión. Me voy a suicidar en colectivo pero antes como algo. No sé hasta qué punto necesitamos saber todos estos detalles. A mí me ponen mala. Todavía hay gente que sigue hablando de sus depresiones. No dudo que las tuviera, pero ese hombre era un psicópata y un asesino. Y a las pobres víctimas les tocó como piloto de su avión. 

De las más de trescientas niñas y mujeres liberadas en Nigeria del grupo terrorista Boko Haram, doscientas y pico están embarazadas. Estas niñas y mujeres, lo único "malo" que han hecho, es vivir en su país. Y luego dicen que la gente quiere llegar a Europa. 

Perdónenme si estoy tan trágica últimamente, pero es que el mundo no da para otra cosa. Llevo una temporada muy a lo Mafalda y citándola libremente, y antes de irme a dormir, digo una de sus frases célebres: mañana por la mañana que echen un vistazo y si hay justicia, libertad y esas cosas, que me despierten.

No hay comentarios:

Publicar un comentario