sábado, 1 de noviembre de 2014

Noviembre tropical

Se me acabó octubre, Halloween incluido, y es el primer año en el que me he liberado de esta fiesta tan tontamente importada por Europa. Mis hijas son lo suficientemente mayores como para darse cuenta de que es una fiesta que no les aporta nada, así que decidieron ayer hacer otra cosa, y yo me he liberado de Halloween para siempre.

Termina un octubre de lo más templado que he vivido en Hamburgo. Los de aquí ni nos lo creemos. No recuerdo otro igual en cuanto a soleado y temperaturas suaves. Si no fuera porque a las cinco menos veinte de la tarde ya es de noche, y porque muchas tiendas anuncian que la Navidad, o aquí anteriormente el Adviento, está ya en el horizonte, pensaríamos que estamos en septiembre. 

Y noviembre ha comenzado como nunca: a 18°C y sol. Jamás, en 24 noviembres por estas latitudes, he tenido un día así. Hoy parecía el comienzo de la primavera camino del verano efímero que tenemos aquí, pero al pensar en la fecha que era me he preocupado. Lo del cambio climático debe ser serio. Hasta ahora no me lo había planteado como hoy, y eso que este año lo está demostrando en su totalidad. Como sigamos así el norte se convertirá en el sur y habrá que ir más al norte para tener la sensación del mismo. No es que yo necesite estar a cero grados, pero lo de hoy no tiene precedente, y pienso que es para preocuparse.

Pero como no me gusta ser desagradecida, me alegro por cada rayito de sol que calienta tanto como los de hoy y esos en noviembre saben especialmente bien, el mes soso y gris por excelencia en Hamburgo. Lo de hoy ha sido antológico. 


No hay comentarios:

Publicar un comentario