viernes, 25 de diciembre de 2015

Navidades imperfectas

La Nochebuena y la Navidad son las percepciones que tenemos del pasado unidas a las presentes. Hace poco les di en clase a mis alumnos una tarea para casa en la que tenían que escribir sobre sus últimas Navidades y sobre las de su infancia. Yo sólo veía gramática en esto: para las Navidades pasadas el indefinido (fui, hice, visité, celebré, comí) y para las de la infancia el pretérito imperfecto (iba, hacía, visitaba, celebraba, comía). La cosa se puso interesante cuando me leyeron sus textos sobre las Navidades de su infancia. Salieron algunos traumas de la niñez, como tener que comer carpas, algo que hacen muchas familias en Nochebuena, o de los poemas que tenían que recitar antes de recibir los regalos, o los que tenían que tocar el piano o algún otro instrumento, antes de recibir los mismos. Nos reímos un montón por todas estas cosas, y sacamos la conclusión que la Navidad es al fin y al cabo todas esas costumbres que nos marcan y de las que luego te puedes reír, y retirar de tu vida, o seguir incluyéndolas para siempre. 

Hay muchas formas de celebrar la Nochebuena, miles de menús posibles, con regalos como en Alemania, sin ellos como en España. Pero la Navidad al final somos nosotros, lo que llevamos dentro y que se suma Navidad a Navidad y lo que acumulamos el resto del año. Feliz Navidad a todos. Otra más, y nunca menos importante, porque todo queda para el recuerdo.

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